Una revisión auditiva es el primer paso para la detección precoz de la pérdida auditiva, evitar que se agrave de forma progresiva y atajar el problema con la solución adecuada.
A través de una prueba auditiva obtendremos un diagnóstico oficial de nuestro grado de audición con el que podremos empezar a buscar un tratamiento adaptado a nuestras necesidades.
Puedes acudir a cualquier centro auditivo y realizar una audiometría presencial sin ningún coste, pero antes te explicaremos cómo funcionan y qué evalúan este tipo de pruebas auditivas.
Qué es y cómo se realiza una audiometría
Una audiometría es un examen que evalúa la capacidad de audición del paciente a través de diferentes pruebas. Permite diagnosticar el grado de pérdida auditiva y obtener la mejor solución para corregir el problema.
Esta prueba auditiva es gratuita por lo que, si ya has notado algún signo de pérdida en tu nivel de audición, es recomendable que acudas a un centro auditivo y te realices una audiometría sin ningún coste.
Para estudiar al detalle el caso de cada paciente, las pruebas auditivas se realizan de forma exhaustiva y en diferentes pasos.
Primero, se lleva a cabo una entrevista que busca analizar el estilo de vida del paciente y sus necesidades, para contrastarlas a continuación con la evaluación médica.
La audiometría es una prueba indolora que se realiza de forma activa, y en ningún caso conlleva riesgos. A través de unos auriculares recibiremos diferentes frecuencias, tonos y sonidos, e iremos indicando al audioprotesista qué estamos escuchando a cada momento.
Como resultado de estas pruebas obtendremos un audiograma. Estos gráficos nos permiten conocer tanto el tipo de pérdida como el grado, ya que para cada caso debe prescribirse un tratamiento personalizado.
Revisión auditiva, ¿qué pruebas incluye?
Las diferentes pruebas auditivas que permiten medir nuestro grado y tipo de pérdida son las siguientes:
- Anamnesis. Es el primer paso en una evaluación auditiva, donde a través de diferentes preguntas el profesional conocerá nuestras preferencias y necesidades a la hora de buscar un tratamiento.
- Videotoscopia. Mediante un análisis visual, esta prueba permite descartar afecciones del tímpano y del oído externo que puedan estar afectando a la audición.
- Audiometría, tonal o verbal. Es una prueba donde el paciente responde de forma activa qué sonidos está escuchando y cuáles es capaz de interpretar.
Existen diferentes tipos y fases para llevar a cabo esta prueba que evalúan qué frecuencias y tonos está recibiendo el oído del paciente. - Impedanciometría. Con esta prueba se descartan o diagnostican patologías que puedan estar influyendo en la pérdida auditiva, como la otosclerosis o la perforación timpánica.
Al igual que el resto de pruebas, se realiza en varias fases. Los resultados miden la capacidad de transmisión sonora del oído externo hacia el oído interno. - Acufenometría. Prueba para la detección de acúfenos o tinnitus, diagnostica el grado de incomodidad y prescribir el tratamiento más adecuado.
- Prueba con diapasón. Mediante la emisión de vibraciones otoacústicas, esta prueba identifica si la hipoacusia que padece el paciente es de tipo neurosensorial, y también es utilizada en niños y bebés que aún no han desarrollado el habla.
Test auditivo gratuito
Realizar una prueba auditiva en un centro auditivo es gratis y no exige ningún compromiso. Una vez realizada y diagnosticado nuestro grado de hipoacusia, el audiólogo te asesorará para encontrar una solución que te ayude a corregir tu nivel de audición.
En los casos de sordera total o profunda, un tratamiento común es la cirugía o el implante coclear; sin embargo, la solución auditiva más usada en la mayoría de tipos y grados de pérdida son los audífonos.
Consulta con tu audioprotesista para que te recomiende la solución más adecuada en función de tu estilo de vida, tu grado de hipoacusia y tus preferencias.